Diez consejos para ahorrarnos dinero de nuestros recibos de seguros, pero sin dejar de estar bien asegurados. Conociendo que los seguros más habituales son el auto, el hogar y la salud, podemos aplicar estas recomendaciones para mantener nuestros seguros a precios ajustados, pero sin olvidar que cuanto peor es nuestra economía más seguros deberíamos estar. No caigamos en el grave error de prescindir de aquellos seguros que realmente necesitamos.
No podemos aplicar a la vez todos estos consejos, pero si podemos estudiar cuales son los más adecuados en cada caso para cada uno de nuestros seguros.
1. Aplicar franquicias en función de nuestras necesidades. Reducimos bastante lo que pagamos al año en seguros, quedando siempre bien cubiertos para las necesidades más graves.
2. Evitar fraccionamientos de pago en las pólizas en la medida de lo posible. Las aseguradoras nos cobran un recargo por ello, por financiar los recibos y porque les supone mayores gastos administrativos.
3. Comprobar posibles concurrencias o solapamientos de pólizas, por ejemplo en el seguro de hogar. Si mi comunidad dispone de una póliza para el edificio, una parte del mismo se corresponde con mi propia vivienda, pudiendo descontarlo de mi seguro privado.
4. Valorar en conjunto nuestros seguros, agrupando en la medida de lo posible los seguros en una misma aseguradora. Obtendremos descuentos por volumen y crearemos mayor interés como clientes.
5. Asegurar el continente por su valor de reconstrucción en seguros inmobiliarios (hogar, negocio, oficinas…), no por el valor de hipoteca o venta para evitar pagar en exceso, ya que estaríamos en situación de sobreseguro.
6. Revisar los capitales de facturación de nuestra actividad empresarial, si somos una Pyme o Autónomo, para ajustar nuestras pólizas de responsabilidad civil en función de dichos importes.
7. Controlar los capitales pendientes de nuestros créditos y préstamos si tenemos seguros de vida asociados a dichas financiaciones, para ajustar anualmente el capital contemplado en la póliza.
8. En autos de hasta 4 años de antigüedad hacer seguro a todo riesgo con alguna franquicia, con más de 5 años seguro a terceros con lunas, robo e incendio, y autos con más de 7 años seguro básico a terceros con lunas.
9. Tratar de no dar partes de siniestro de auto. Nos afectará al precio de renovación, llegando inclusive a tener dificultades para asegurarlo si un mal año tenemos demasiados partes acumulados.
10. No proporcionar datos erróneos para ahorrarnos algo a la hora de contratar, ya que de tener un siniestro tenemos mucho más que perder que el ahorro logrado inicialmente, perdiendo efectividad el seguro.
Eso sí son consejos de verdad, ya que cómo decía mi abuelo da “nadie duros a 4 pesetas” y debemos de huir de los que nos resulte sospechosamente barato, ya que suele traer sorpresas desagradables.
Cedido por ACE Asesores
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