El Ayuntamiento de Bargas respondía ayer al de Toledo afirmando que sí presento alegaciones durante la tramitación del proyecto del nuevo Centro Comercial La Abadía.
En estas alegaciones, el Consistorio de La Sagra Baja advirtió de los problemas de tráfico que podían darse por su ubicación, que finalmente se confirmaron con la apertura del Centro el pasado martes.
En una nota de contestación a las declaraciones hechas el jueves por el portavoz del Consistorio capitalino, Rafael Perezagua, el Consistorio sagreño advierte que fueron hasta cuatro las ocasiones en que se pronunció sobre el proyecto manifestando «nuestra opinión y dudas sobre la ordenación propuesta en esa zona y los problemas que podía originar». Estas fueron tres intervenciones administraciones durante la tramitación del Plan de Ordenación Municipal (POM) de Toledo, entre 2004 y 2006, y la respuesta a una consulta interadministrativa sobre el propio Programa de Actuación Urbanística (PAU) que hizo posible el Centro Comercial.
El alcalde bargueño, Gustavo Figueroa, aclara que el Consistorio «seguirá defendiendo a nuestros vecinos», recordando que los colapsos ante La Abadía afectan a una de las principales entradas a su municipio. Sin embargo, manifestó estar «totalmente de acuerdo» con la oferta de Perezagua de solucionar el problema con un «diálogo constructivo». De hecho, Figueroa propuso que a ese diálogo se sumen el Ministerio de Fomento y la Junta, como responsables de vías en el área, además del propio Centro Comercial. El regidor apeló a solucionar este problema de tráfico para que no ensombrezca la inversión y creación de puestos de trabajo que ha traído aparejada La Abadía.
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